Charles Bukowski

La literatura anglosajona tiene la virtud de producir escritores que dominan, y  a la perfección, una   temática urbana y social que  trata sobre  la vida de  una clase emergente  norteamericana post Segunda Guerra Mundial. El autor más importante dentro de este grupo  es, sin duda, Charles Bukowski. Fue un influyente poeta y novelista estadounidense de origen alemán. Su estilo crudo y realista lo convirtió en una figura emblemática de la contracultura estadounidense. Un escritor que, con un lenguaje sin pelos en la lengua, nos introduce en la realidad de  este segmento desde los años cuarenta y  hasta los ochenta. Bukowski emigró a los Estados Unidos con su familia cuando tenía tres años. Creció en Los Ángeles, donde enfrentó una infancia difícil marcada por la pobreza y el abuso por parte de su padre. Estas experiencias influirían profundamente en su obra literaria. Nos encontramos en sus escritos con la vida cotidiana de familias e individuos que empiezan a luchar por ser alguien en la lógica del sueño americano.  Mucho se ha hablado de su alcoholismo asumido, su afición a las prostitutas y a las apuestas. También, y  por sobre todo, del  lenguaje subido de tono en su obra. Llevó una vida marcada por el alcoholismo, las relaciones tumultuosas y un fuerte rechazo hacia las convenciones sociales. Trabajó en diversos oficios, incluyendo el de cartero. Pero no es ahí dónde está su fortaleza, si no más bien, en la naturalidad y salvajismo con que  presenta la vida de los que quieren surgir, y desde el más bajo escalón, en una sociedad de consumo. Su verdadero nombre es Heinrich Karl Bukowski y nació en la ciudad alemana de Andernach el año 1920. El desastre económico post Primera Guerra Mundial llevó a su familia a trasladarse a Baltimore (EEUU) el año 1923. Posteriormente se radica en Los Angeles. Tuvo una niñez difícil y que narra en sus novelas autobiográficas a través de su personaje Henry Chinaski. Estudió literatura y periodismo durante dos años en la Universidad de Los Angeles. Publicó por primera vez a los veinticuatro años, pero desilusionado de la industria editorial, dejó la escritura. Vagó por diez años dentro de  EEUU desarrollando distintos oficios y viviendo en pensiones de mala muerte hasta iniciar una carrera en la Oficina de Correos de Los Angeles. Paralelamente comienza a escribir poesía. Se casó en 1957 con la escritora y poeta Bárbara Frye de quién se divorció dos años más tarde. Continuó bebiendo y escribiendo poemas que empezó a publicar el año 1964 en la Revista Literaria "The Outsider". En 1969 el editor de Black Sparrow Press, John Martin, lo convenció de dejar la Oficina de Correos y dedicarse por completo a escribir. Su primera novela fue "Cartero" (1971) y le siguieron "Factotum" (1975), "Mujeres" (1978), "La senda del perdedor" (1982), "Hollywood" (1989) y "Pulp" (1994). También tiene ensayos y cuentos como "Secuelas de una larguísima nota de rechazo" (1944), "Escritos de un viejo indecente" (1969), " Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones" (1972), "La máquina de follar" (1972), "Se busca mujer" (1973), "Música de cañerías" (1983), "Hijo de Satanás" (1990). Dentro de sus libros de poesía están "Arder en el agua, ahogarse en el fuego" (1974), "El amor es un perro del infierno" (1977), "Guerra sin cesar" (1984), "Madrigales de la pensión" (1988), "Poemas de la última noche de la Tierra" (1992). Su obra también es prolífica  en  crónicas publicadas en distintos periódicos y guiones de cine. En 1976 conoce a Linda Lee Beighle con quien se casa en 1984. Muere de leucemia el 9 de Marzo de 1994 poco después de terminar "Pulp" a los setenta y tres años. Influencia de muchos escritores contemporáneos, su obra inedita se da a conocer a partir del año 2002 por la editorial Ecco Press. Dejó un impacto duradero en la literatura contemporánea y sigue siendo una figura icónica para aquellos que se identifican con su representación cruda y sin adornos de la vida. Sus escritos continúan inspirando a nuevas generaciones de lectores y escritores que encuentran en su honestidad brutal una voz única en la literatura estadounidense. Es un ejemplo clásico de cómo una vida turbulenta y una visión cínica del mundo pueden transformar la literatura en una herramienta poderosa para la reflexión y la crítica social.  Saludos.