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sábado, 17 de mayo de 2025

Por unas Humanidades que nos devuelvan el alma



    Ya he descrito cómo el mundo del siglo XXI parece haber perdido la brújula al insistir en el desarrollo de una sociedad carente de valores que humanicen la existencia. La educación de hoy, en muchos casos, se limita a formar especialistas eficaces en sus áreas, pero sin una visión global del ser humano y su lugar en el universo. No estoy solo en esta observación: cada vez más pensadores sostienen que estamos al borde de una asfixia intelectual, arriesgándonos a perder aquellos valores que nos distinguen de las demás criaturas del planeta.

    La vida se deshumaniza rápidamente y ni siquiera lo notamos.

    Por esta razón, decidí ahondar en aquello que llamamos "Humanidades". Y descubrí que no son simplemente un conjunto de disciplinas académicas, sino una manifestación esencial de lo que somos: seres racionales y libres, capaces de pensar, crear, interpretar y trascender. Las "Humanidades" se ocupan de las creaciones del espíritu humano, de aquello que nos ha permitido construir civilizaciones, preguntarnos por el sentido de la vida, registrar nuestras experiencias y expresar nuestras emociones más profundas.

    A diferencia de las ciencias que buscan explicar el mundo natural, las "Humanidades" buscan comprender la experiencia humana. Nos hablan de nuestros orígenes, de nuestras pasiones, de nuestras ideas y de nuestras aspiraciones.

    Tradicionalmente, se consideran Humanidades las siguientes disciplinas:

  • Historia, que reconstruye e interpreta el pasado para entender nuestro presente. No estudia meramente fechas o hechos, sino la evolución de las ideas, instituciones y culturas que han dado forma a la humanidad.

  • Filosofía, que reflexiona sobre los grandes interrogantes de la existencia: ¿qué es el bien?, ¿qué es la verdad?, ¿cuál es el sentido de la vida? Es el ejercicio por excelencia del pensamiento racional y crítico.

  • Literatura, que nos permite acceder a la interioridad del ser humano a través de la palabra escrita. Cada poema, cada novela, cada tragedia es una ventana abierta al alma de una época o de un individuo.

  • Arte, en todas sus expresiones (pintura, escultura, música, cine, arquitectura), comunica verdades profundas que no siempre se pueden expresar con palabras. El arte es testimonio, emoción y símbolo.

  • Religión, que aborda el misterio último de la existencia y ha sido, históricamente, fuente de pensamiento, consuelo, inspiración y conflicto. En su dimensión cultural y espiritual, ha moldeado civilizaciones enteras.

  • Lingüística y Filología, que exploran el lenguaje, ese instrumento privilegiado con el que los seres humanos construyen y comunican el pensamiento. Entender el lenguaje es comprender cómo se forma y transmite la cultura.

    Estas disciplinas se llaman "Humanidades" porque se ocupan de lo que nos hace humanos: la razón, la libertad, la imaginación, la capacidad de dudar, crear, recordar y soñar. Forman individuos críticos, empáticos y reflexivos. Nos enseñan a mirar el mundo con profundidad, a buscar sentido, a dialogar con el pasado y con el otro.

    Reivindicar las Humanidades es, por tanto, una forma de resistir la deshumanización de nuestra época. Significa volver a pensar el conocimiento como una totalidad, no como un conjunto de compartimentos estancos. Y sobre todo, significa darle al ser humano, racional, libre, y en búsqueda constante de sentido, el lugar central que merece.

    Saludos.

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